EL EJÉRCITO DEL AIRE Y LOS OVNIS:
LA HISTORIA

PAPERS d'OVNIS Nº3. Marzo 1994


El 3 de febrero tuvo lugar en el salón de actos del CEI una conferencia del conocido investigador valenciano y miembro del Centro, Vicente-Juan Ballester Olmos.

El tema tratado fue «El Ejército Español del Aire y los OVNIS: la historia». La exposición, que duró más de una hora, estuvo ilustrada con el pase de diapositivas con reproducción de buen número de documentos oficiales sobre el tema.

Vicente-Juan Ballester Olmos, tras muchos años de conocida especialización en el campo de las observaciones de aterrizajes («encuentros cercanos», según Hynek y Spielberg), es un reconocido experto en ese intrincado interface que liga los militares y los OVNIS.

Desde antes de 1988 estudia la historia de los avistamientos OVNI de los ejércitos de España. Con Joan Plana, otro destacado miembro del CEI, forman un conjuntado equipo de investigación, cuyos resultados aportarán muchas sorpresas, incluso para los que generalmente están bien informados sobre el tema.

 

NO HAY OCULTACIÓN DE INFORMACIÓN

En su exposición, Ballester Olmos hizo un repaso de los diversos pasos e involucración del Ejército Español del Aire en el problema OVNI, desde 1968 a nuestros días.

Revisó la normativa interna difundida por el Estado Mayor para tratar el tema, los niveles de confidencialidad del asunto, los intentos de desclasificación que inició el CEI en 1978 -frustrados por una decisión de la Junta de Jefes de Estado Mayor (JUJEM) en 1979-, hasta llegar a la desclasificación histórica de 1992, en la que el propio Ballester Olmos fue pieza fundamental, al haber elevado -a quien correspondía- la necesidad de tal apertura.

Luego, funcionó el talante abierto de la actual cúpula militar española. Y el resto es ya una afortunada realidad: los ufólogos disponemos de total acceso a la completa información de los archivos OVNI del Ejército español del Aire.

Hasta el momento presente se han desclasificado 35 expedientes, que van desde 1962 a 1975 (más una información de 1993), que abarcan casi 500 páginas.

Ese volumen corresponde probablemente a la mitad de la documentación disponible hoy, aunque hay indicios de que ésta va a aumentar, gracias a los desnodados esfuerzos que el MOA (Mando Operativo Aéreo) realiza para capturar información deslocalizada o perdida.

Ballester aportó muestras de documentos oficiales, informes, personas implicadas, etc. En fín, ilustró permenorizadamente el tema de su conferencia, demostrando que sabe de lo que habla. Y eso, a pesar de que, según indicó, se dejaba muchas cosas en el tintero. Y es que la oportunidad es buena consejera.

Una conclusión a la que se ha podido llegar, sin ninguna duda, en estos años de investigación y estudio es que, contrariamente a alguna opinión del "escandalizador profesional", el Ejército español del Aire está actuando en este tema de la desclasificación con absoluta honestidad. Mal que le pese a alguno, se nos dijo.

 

LA OPINIÓN DE «MUY INTERESANTE»

La revista de divulgación científica Muy Interesante incluyó en su número de febrero, sección Observatorio, un artículo a toda página titulado «Todo lo que el Ejército sabe de OVNIS y usted quería conocer».

En el escrito se hace hincapié de la decisiva actuación de Vicente-Juan Ballester Olmos en esta cuestión.

Leemos:
«Su investigación sobre los archivos del Ejército del Aire que ahora se muestran, permite asegurar que existe una explicación racional para 41 de los 42 avistamientos denunciados desde 1962 hasta nuestros días. Algunos de ellos fueron simples mentiras; otros, procedían de ecos falsos de radar, reflejos de planetas o pruebas con aviones a reacción».

Y se añade que «Ballester Olmos -declara no haber hallado vestigio alguno de maniobras deliberadas de ocultación- por parte del Ejército.»

El único caso con intervención de militares, para el cual no se ha hallado una explicación racional, es el sucedido el primero de enero de 1975 en la provincia de Burgos.

De este avistamiento nos hicimos eco en la revista Stendek: portada del Nº18, de Diciembre de 1974, y el artículo «Burgos: primer caso de 1975», en el Nº19, de Marzo de 1975, pp.3-9.

LA REDACCIÓN